España prevé poner fin este viernes a su puente aéreo con Afganistán
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Al puente aéreo entre España y Kabul le quedan menos de 48 horas. Fuentes gubernamentales admiten que este viernes 27 es la fecha límite para concluir la evacuación de los afganos que colaboraron con las Fuerzas Armadas y la cooperación española durante casi dos décadas de presencia en el país asiático. Se trata de una carrera contra reloj, en la que el Gobierno español se ha comprometido a “no dejar a nadie atrás”, como dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
In English Spanish operation to evacuate Afghan collaborators from Kabul due to end on Friday
El argumento esgrimido para poner fin a la operación española de evacuación es que, a partir de este fin de semana, Washington se reserva el uso del aeropuerto internacional de Kabul para repatriar, antes del miércoles 1 de septiembre, a sus propios ciudadanos (unos 1.500) y a los casi 5.000 soldados que han controlado las instalaciones tras la entrada de los talibanes en la capital, el 15 de agosto.
La cuestión es si estas dos jornadas son suficientes para evacuar a todos los afganos que han trabajado para España y por ese motivo ven ahora amenazada su seguridad. La Embajada española en Kabul identificó a casi 600 personas, entre traductores, empleados (cocineros, transportistas, logistas) de la misión española y familiares de los mismos. Hasta este miércoles habían llegado a España 1.242 evacuados, de los que 1.040 han pedido protección internacional, pero muchos de ellos trabajaron para Estados Unidos o la UE, por lo que aún quedan en Afganistán antiguos colaboradores españoles.
Comerciantes afganos exhiben artículos usados en un mercado de Kabul este miércoles. En vídeo, imágenes de la vida urbana en Kabul. WAKIL KOHSAR | VÍDEO: EPV
No solo tienen dificultades para viajar desde la provincia de Bagdhis, al oeste del país, a unos 800 kilómetros de la capital, donde operaron las tropas españolas hasta 2013, sino para llegar al propio aeropuerto, cuyos accesos están controlados por los talibanes. Estados Unidos, Reino Unido y Australia han alertado de una “alta amenaza de atentado terrorista” en las inmediaciones del aeródromo de Kabul por parte del Estado Islámico (ISIS) y han pedido a sus ciudadanos que se alejen de la zona, lo que dificulta más la evacuación.
Fuentes gubernamentales aseguran que se están haciendo todos los esfuerzos posibles para traer a los afganos cuya vida corre peligro por haber colaborado con España, y recuerdan el compromiso que asumió el 13 de agosto el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares: “No vamos a dejar a nadie atrás”. La ministra de Defensa, Margarita Robles, que este miércoles recibió en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) a 292 evacuados desde Kabul ―primero viajaron en vuelo militar hasta Emiratos Árabes Unidos (EUA) y luego en otro civil hasta España―, se mostraba más pesimista. “Mucha gente se va a quedar atrás”, advertía.
En el aeropuerto de Kabul hay unos 60 militares españoles, incluido un equipo de operaciones especiales, que se ha aventurado al exterior de las instalaciones para franquear el paso a afganos que figuraban en la lista confeccionada por las autoridades españolas. Su misión es apoyar los vuelos de los aviones de transporte A400M enviados desde España. Si en un primer momento se intentaba acomodar a los pasajeros, ahora se les sienta en el suelo para dar cabida al mayor número posible de personas en cada aparato.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, recibe un nuevo avión procedente de Dubái con 292 personas evacuadas desde Afganistán. En vídeo, declaraciones de Robles en una entrevista con la Cadena Ser. IÑAKI GÓMEZ | VÍDEO: CADENA SER
También se encuentra en el aeropuerto el embajador de España en Kabul, Gabriel Ferrán, su número dos Paula Sánchez y los 17 policías ―la mayor parte agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO)― que daban protección a la legación diplomática española. Su retorno, previsiblemente este viernes junto con el contingente militar, marcará el fin de la presencia española en Afganistán. Las Fuerzas Armadas españolas disponen de otro destacamento de unos 40 efectivos en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) que sirve de escala en el puente aéreo entre Kabul y Torrejón de Ardoz (Madrid).
Es probable que después del viernes continúen los vuelos estadounidenses para traer a España a los hasta 4.000 afganos colaboradores de Washington que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a acoger el pasado fin de semana en conversación con el mandatario estadounidense, Joe Biden. Los evacuados serán trasladados a la base de Rota (Cádiz), donde permanecerán un máximo de 15 días, según el acuerdo suscrito el pasado lunes entre la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno, y el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en España, Conrad Tribble. En total, Washington se propone alojar temporalmente en bases europeas (Alemania, Italia, Kosovo y España) a unos 25.000 de sus antiguos colaboradores en Afganistán.
Aunque la gestión de la evacuación ha recibido críticas internas, incluso Vox, opuesto tradicionalmente a recibir a inmigrantes, ha pedido este miércoles al Gobierno que acoja a los afganos que colaboraron con las tropas españolas y brinde refugio a la minúscula comunidad cristiana del país asiático, en peligro tras el retorno de los talibanes al poder.
España prevé terminar hoy la operación rescate
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La misión de repatriación de los colaboradores afganos que ayudaron a España y otros países de la alianza occidental está en su recta final. Aunque desde el Ejecutivo todavía no lo confirmaron, se espera que hoy se ponga fin a las repatriaciones aéreas desde el aeropuerto de Kabul, coincidiendo con el aumento de la violencia en las inmediaciones del aeródromo, donde ayer se produjeron dos atentados, así como por la proximidad del 31 de agosto, fecha en la que EE UU se retirará definitivamente del país centroasiático.
Ayer, un grupo de unos 140 afganos abandonó Kabul en el avión A400M del Ministerio de Defensa que se encontraba en la pista del aeropuerto de la capital del país centroasiático cuando se registraron las explosiones, según fuentes militares.
Todos los españoles desplegados en Afganistán se encontraban a salvo tras las deflagraciones registradas desde las 15:30 horas en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, según informaron fuentes de los ministerios de Defensa e Interior.
El ataque no afectó a ninguno de los efectivos que forman parte del operativo español para la evacuación de colaboradores afganos. «La explosión no ha producido daños personales ni materiales entre el contingente que España tiene desplegado en dicho aeropuerto para la evacuación de los colaboradores afganos y sus familias», confirmó en un comunicado el Estado Mayor de la Defensa.
En Kabul permanecen el embajador, su «número dos», medio centenar de militares y una veintena de GEO y antidisturbios
El 19 de agosto aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz el primero de los aviones con refugiados y personal de la embajada. Allí, en solo 24 horas, el Ejército y la UME pusieron en marcha en solo 24 horas un «hub» internacional para la recepción y reubicación de refugiados, que fue elogiado por las altas autoridades europeas en su visita a las instalaciones con el presidente, Pedro Sánchez. Dos –y hasta tres aviones en alguna ocasión– han llegado hasta Madrid en la última semana procedentes de Kabul tras hacer escala en Dubái. El último aterrizó ayer en Torrejón con 240 personas.
Hasta la fecha han llegado unas 1.824 personas, entre las que 631 son menores, a través de unos quince vuelos. De ellos, el 43% (718) está ya reubicado en la red de acogida nacional en distintas comunidades autónomas. Así lo comunicó ayer el ministerio en su última actualización de datos, donde no entraba el último vuelo salido de Kabul tras las deflagraciones. Cataluña y Castilla y León son las dos comunidades que más ciudadanos de Afganistán han acogido –121 cada una–, seguidas de Madrid (68) y País Vasco (60). Asimismo, del total de refugiados repatriados, 1.268 pertenecen al contingente de España, 185 al de países de la Unión Europea –177 de ellos ya han sido trasladados a la UE– y 131 al contingente de Estados Unidos, que también han sido derivados al país americano.
En Afganistán permanecen el embajador de España en Kabul, Gabriel Ferrán, su «número dos», Paula Sánchez, trece miembros del Grupo Especial de Operaciones, los GEO, y siete de la Unidad de Intervención Policial, los antidisturbios, así como más de medio centenar de miembros de las Fuerzas Armadas. Entre los militares se encuentra un grupo de operaciones especiales que se está adentrando en la ciudad de Kabul para recoger en las cercanías del aeropuerto a colaboradores afganos, aunque la violencia e inseguridad se incrementa cada día en la zona, según reconocieron tanto la ministra de Defensa, Margarita Robles, como el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante Teodoro López Calderón, la semana pasada.
Fuentes del Gobierno aseguran que se están haciendo todos los esfuerzos para traer a los afganos cuya vida corre peligro por haber colaborado con España, y recuerdan el compromiso del ministro de Exteriores, José Manuel Albares: «No vamos a dejar a nadie atrás».
Afganistán: Tres diplomáticos y Gabriel Ferrán, el embajador relevado por Pedro Sánchez, héroes sin uniforme para los afganos en Kabul
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El pasado 13 de agosto el Ministerio de Exteriores anunciaba que tras el grave deterioro de la situación en Afganistán se iniciaban los preparativos para evacuar al personal de la embajada de España en Kabul. Esa repatriación debía incluir a todo el personal español, los compatriotas que se encontraran en el país por cualquier motivo y que desearan volver a España y los colaboradores locales que durante años han trabajado con los militares. Según las fuentes de la diplomacia española los afganos pendientes de rescate el 13 de agosto rondaba el millar de personas y para asegurar su traslado a España los diplomáticos españoles decidieron no abandonar el país hasta el último momento para ayudar a los afganos. Y allí siguen, el embajador recién cesado por el presidente Sánchez, Gabriel Ferrán, y su segunda, Paula Sánchez, la joven diplomática que cada día sale a las pistas del aeropuerto con un chaleco antibalas varias tallas más grande de la que le correspondería. Prestan ayuda y atienden a los afganos que los militares y los policías españoles han conseguido introducir a salvo en el aeródromo.
Como ni el embajador ni Paula tuvieron la menor duda en permanecer en tierras afganas hasta el último momento, el Ministerio de Exteriores ha mandado dos trabajadores diplomáticos más para ayudarles en la ardua tarea de localizar, orientar, trasladar o guiar a los afganos colaboradores hasta el aeropuerto para después poder cribarlos y atenderles antes de volar a España.
Paula Sánchez llegó a Afganistán en agosto de 2020, hace ahora un año, y ni una sola vez ha mostrado temor o ha titubeado en su misión diplomática. Tras unos días de prácticas en Marruecos se dedicó de lleno a su primer destino, Afganistán. Desde sus redes sociales Paula realiza un seguimiento exhaustivo a todas las informaciones que desde el Ministerio de Exteriores y Naciones Unidas se han ido difundiendo sobre las labores de evacuación. La joven diplomática ha mostrado en esas mismas redes su profunda preocupación por las mujeres y niñas afganas por encima del resto de la población con la llegada de los talibanes al poder.
Pero antes de esta crisis Paula también escribía sobre el país en el que lleva el último año trabajando, en el que un grupo de españoles llegaron a hacer una paella para el personal diplomático. Las medidas antiCovid y la difusión de informaciones diplomáticas ocuparon el resto del tiempo en las redes de Paula hasta el pasado día 13 de agosto. El día que algunas delegaciones diplomáticas dejaron tirados a sus colaboradores y personal afgano.
Guiar a los afganos al aeropuerto
Los medios de comunicación nos hemos fijado mucho en los más de 130 militares que están haciendo posible la evacuación de Kabul vía Dubái. También hemos hablado de los 20 policías, del GEO y las UIP, que salen a diario a las puertas del aeropuerto buscando afganos al grito de “¡España!” para poder introducirlos y asegurarlos en el aeródromo. Pero toda esa ayuda a los afganos, sin el trabajo de los diplomáticos, no hubiera sido posible.
Hace unos días el Ministerio del Interior decidió reforzar la presencia de policías nacionales en el aeropuerto de Kabul con el envío de tres agentes más del GEO. La Policía Nacional hizo oficial el anuncio usando la fotografía de uno de esos agentes en el aeropuerto afgano. Lo que pasó desapercibido en la foto fue que en un segundo plano aparecía una mujer menuda y rubia, exactamente igual que la diplomática Paula Sánchez, ataviada con un chaleco antibalas muy grande y pendiente de los ciudadanos afganos sentados en el suelo del aeropuerto.
Fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO explican desde España la importancia del trabajo de Paula, el embajador y los refuerzos enviados para ayudarles. “Ellos se encargan de realizar listados, localizar a los afganos que han colaborado con España y los guían hasta el aeropuerto, o hasta dónde pueden llegar. Cuando los soldados o los policías consiguen traerlos desde el perímetro exterior los diplomáticos son quienes los atienden, los entrevistan y los criban. Les facilitan todo lo que necesiten hasta que son seleccionados para volar hacia España”.
Los talibanes ya han anunciado que no permitirán que la evacuación de afganos más allá del 31 de agosto y esa es la fecha límite que se han puesto en el calendario el embajador Ferrán y su segunda, Sánchez, porque pese a que uno lleva días cesado de su puesto por el presidente del Gobierno y la otra podía haber subido sin objeciones al primer avión que voló hacia España, ambos hicieron realmente bueno eso de que no piensan dejar a nadie atrás.