El llanto del embajador Jorge Mario Eastman en la ceremonia de la Virgen de Chiquinquirá
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La Virgen de Chiquinquirá, entronizada en los Jardines Vaticanos
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Este contenido fue publicado el 09 julio 2021 - 16:18
Ciudad del Vaticano, 9 jul (EFE).- Los Jardines Vaticanos acogen desde hoy una réplica hecha con mosaicos de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la patrona de Colombia, un regalo del Gobierno colombiano al Estado de la Ciudad del Vaticano.
El mosaico, construido con 70.000 diminutas piezas de colores azules, rojizos y dorados, se descubrió este viernes con la presencia del embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman.
En un primer momento estaba previsto que el papa asistiera al acto, invitado por Eastman, pero a última hora se le notificó que el pontífice no acudiría. La hospitalización de Francisco para ser sometido a una operación de colon, de la que se recupera satisfactoriamente en el Policlínico Gemelli de Roma, aclaró la causa de su ausencia.
La Virgen de Chiquinquirá, que también es venerada en Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia, podrá ser contemplada en los Jardines Vaticanos en un momento de especial dificultad para Colombia, pero también para el mundo entero por la emergencia sanitaria desatada por la pandemia, según explicó Eastman en un encuentro con la prensa en Roma.
La imagen original de la virgen, del siglo XVI, fue abandonada durante años tras perder su color, hasta que una devota la recuperó y volvió a colocarla en una capilla, donde, según la tradición, de produjo una restauración milagrosa de la obra.
Según el embajador, se trata de “un ejemplo de la cultura del descarte” en “un momento en que el Papa está llamando nuestra atención contra la cultura del descarte, que descarta a las personas a favor del individualismo y una economía de consumismo desenfrenado”.
En 2017, durante la visita del Papa Francisco a Colombia, su imagen fue trasladada desde el santuario de Chiquinquirá (centro de Colombia) a Bogotá a petición suya. El argentino fue el segundo pontífice en venerarla, tras Juan Pablo II en 1986. EFE
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La historia de la Virgen de Chiquinquirá, Patrona de Colombia y venerada en muchos lugares de Hispanoamérica
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Cada 9 de Julio se conmemora la coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia. A partir de ahora estará presente para siempre en un lugar privilegiado de los Jardines Vaticanos.
El Embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman, en colaboración con los frailes dominicos de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia consiguió mover todos los hilos diplomáticos necesarios para que Colombia tenga una representación de primera magnitud en el corazón de la cristiandad, y la Virgen del Rosario de Chiquinquirá pueda ser venerada por todos los que peregrinen a Roma.
En un periodo especialmente difícil para Colombia, la Reina y Patrona del país fue entronizada durante una ceremonia presidida en nombre del Papa Francisco por el presidente de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Giuseppe Bertello, el subsecretario de la Sección Tercera de la Secretaría de Estado, Mons. Mauricio Rueda Beltz y el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman Robledo. Asistieron también altos cargos de la curia vaticana y representantes de la Orden de Predicadores, puesto que los dominicos son los custodios del Santuario.
Desde el Policlínico Gemelli, donde el Papa Francisco se recupera satisfactoriamente de la intervención quirúrgica sufrida el pasado domingo, el Pontífice ha estado al tanto de todos los detalles de la entronización y desde que supo que no podría estar presente físicamente, pidió oraciones por él y por Colombia, tal como ha realizado en varias ocasiones en los últimos meses al término del rezo del Ángelus:
“Quiero expresar mi preocupación por las tensiones y los enfrentamientos violentos en Colombia, que han causado muertos y heridos. Hay muchos colombianos aquí en la plaza, recemos por su patria”, dijo Francisco.
“Rezo para que el querido pueblo colombiano sepa acoger los dones del Espíritu Santo, para que a través de un diálogo serio se puedan encontrar soluciones justas a los muchos problemas que sufren especialmente los más pobres a causa de la pandemia. Insto a todos a evitar, por razones humanitarias, comportamientos perjudiciales para la población en el ejercicio del derecho a la protesta pacífica”.
La sorprendente historia del lienzo milagroso que se encuentra en Chiquinquirá
A más de 2.000 metros de altura, en la región colombiana de Boyacá se encuentra la casa de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia. Hace unos 450 años, el español Antonio de Santana encargó su pintura sobre una sencilla tela de algodón. Como tenía especia devoción a la Virgen del Rosario, en el lienzo aparece con el Niño Jesús, rodeada por el Apóstol San Andrés y San Antonio de Padua. Colocó la imagen en una cabaña con el techo de paja y desprotegida, por lo que en 10 años la pintura quedó tan borrosa, que no se distinguía ninguna de las figuras.
Su viuda la trasladó a Chiquinquirá, pero se encontraba en tan mal estado que quedó arrinconada en una esquina. Su destino cambió para siempre cuando se cruzó con María Ramos, una mujer sevillana que se instaló en la zona y decidió reparar un viejo oratorio donde colocó la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario. El 26 de diciembre de 1586, María, junto a una mujer indígena y su hijo contemplaron atónitas cómo repentinamente la pintura recuperaba sus colores, desaparecían los agujeros del lienzo y se restablecía el brillo original.
Cuenta el Padre Tobar, historiador del milagro, que cuando María Ramos vio la imagen con este resplandor, la Virgen le habló. Fue coronada canónicamente en 1919 y su santuario declarado Basílica en 1927. En casi 450 años desde la renovación de la milagrosa, el cuadro ha salido de Chiquinquirá en sólo 10 ocasiones a distintos lugares del país, incluida la Catedral primada de Colombia en la ciudad de Bogotá, con el propósito de pedir el fin de la guerra, catástrofes y epidemias.
¿Por qué es importante que la Virgen de Chiquinquirá permanezca en los Jardines Vaticanos?
Jorge Mario Eastman, embajador de Colombia ante la Santa Sede e impulsor del proyecto, subraya que, en estos momentos, tanto Colombia como país como el mundo entero sufre un dolor y un desarraigo provocado por la pandemia. Por este motivo, la presencia de la Virgen supone un soplo de aire fresco, y envía un mensaje de esperanza especialmente para América Latina donde es tan valorada.
Por otra parte, insiste el Embajador, en declaraciones a COPE, la imagen original fue arrinconada y descartada durante casi una década. Su historia personal sirve como ejemplo de la cultura del descarte de la que tanto habla el Papa Francisco. Ahora que se descarta a tantas personas a favor del individualismo y se invierte en una economía de consumismo desenfrenado, pensar en esta Virgen que fue arrinconada y olvidada puede llenarnos de fuerza. Al igual que el lienzo recuperó su belleza, todas las personas, por solas y olvidadas que estén, vuelven a brillar cuando se les presta atención o se les brinda la ayuda necesaria.
Los Papas que han visitado a la Virgen de Chiquinquirá
Hace casi 35 años, el 3 de julio de 1986, San Papa Juan Pablo II visitó el Santuario, veneró la imagen y rezó una sentida oración: “A ti te cantan armoniosas voces y te aclaman por reina nacional, y el pueblo entero jubiloso ofrenda el don de su piedad”.
Pasaron 31 años desde esta visita, y el 6 de septiembre del 2017 el Papa Francisco viajó de nuevo al país y como la agenda del viaje hacía imposible desplazarse hasta Chiquinquirá, a petición suya, puesto que deseaba tener un momento de recogimiento y oración frente al Lienzo, la imagen de la Virgen se trasladó a la Catedral Primada de Bogotá. Junto a ella el Pontífice recitó la Letanía de la Virgen y al finalizar la oración, posó su mano sobre el cuadro y colgó un rosario en una de sus esquinas. Al despedirse del país, dedicó estas palabras a los obispos colombianos: “Como bien saben, Colombia no puede darse a sí misma la verdadera Renovación a la que aspira, sino que ésta viene concedida desde lo alto. Supliquémosla al Señor, pues, por medio de la Virgen. Y así como en Chiquinquirá Dios ha renovado el esplendor del rostro de su Madre, que Él siga iluminando con su celestial luz el rostro de este entero País y bendiga a la Iglesia de Colombia con su benévola compañía, y los bendiga a ustedes, a quienes les agradezco todo lo que hacen.”
El Mosaico de 70.000 piezas entronizado en los Jardines Vaticanos
El Mosaico quedará para siempre en uno de los rincones más bellos de los Jardines Vaticanos junto a otras advocaciones marianas como la Virgen del Rosario de Fátima, patrona de Portugal o Nuestra Señora de Lourdes, así como imágenes de América Latina como la Virgen del Quinche, patrona de Ecuador; Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México; la de Aparecida, patrona de Brasil, la de Luján de Argentina y la más reciente, la Virgen del Carmen, patrona de Chile.
El Mosaico, un regalo del Gobierno de Colombia financiado por los frailes dominicos, custodios de la Virgen, se ha realizado en Verona, por uno de los talleres más importantes del mundo, la Galería Poli. Para realizarlo han sido necesarios casi 7 meses, a través de la técnica tradicional de ‘micro-mosaico’, que consistente en ensamblar pequeñas piezas, cada una cortada a mano, de materiales como mármol, piedra o vidrio.
El Embajador Eastman ha invitado a todos los fieles devotos de la Virgen de Chiquinquirá a sumarse a esta entronización, poniendo a los pies de la Virgen todas las peticiones e intenciones de los colombianos.